1 de Diciembre de 1916
En Querétaro, el Congreso Constituyente inicia su periodo de sesiones para la reforma de la Constitución de 1857.
"La Constitución puede ser vista como un 'parteaguas' consumación ideológica de la revolución y fundamento normativo del nuevo Estado. Con ella el proceso revolucionario, esencialmente destructivo, pasó a convertirse en gobierno constructivo y regulador. Asimismo, si la lucha armada había sido hecha por gente proveniente del mundo rural, los diputados que delinearon el México futuro fueron elegidos por y entre gente urbana. De otra parte, tanto por la baja densidad demográfica de los estados norteños como por la situación bélica que se vivía en entidades como Morelos y Chihuahua, lo cierto es que las regiones que habían sido las más activas en la lucha armada tuvieron menos representantes en el congreso constituyente que los que tuvieron estados que habían sido marginales o incluso contrarios a la lucha armada. Nótese que Chihuahua sólo tuvo un diputado titular; Sonora cuatro, y Coahuila cinco, mientras que Jalisco tuvo 20, Puebla y Veracruz 18 cada uno, Guanajuato y Michoacán 17, y Oaxaca diez". (Nueva historia mínima de México).
Álvaro Matute señala: “Carranza envió a la Asamblea un proyecto de Constitución que reformaba la de 1857. Supuestamente, el Congreso habría de aprobar sin mayor trámite el documento, pero no sucedió así. La asamblea se dividió en “jacobinos” y “moderados”, los que se enfrentaron en largos y tormentosos debates acerca de cuestiones trascendentales para la organización política, social y económica de México. En muchos puntos se estuvo de acuerdo y la discusión fue mínima, de trámite. No así en los puntos más sobresalientes, en los cuales incidían los elementos claves de una concepción general de la sociedad. Es decir, la polémica de fondo siempre implicó el alcance de la intervención del Estado en la materia sobre la cual se legislaba. El clima revolucionario propició que los jacobinos triunfaran, dando lugar a que se impusiera un texto novedoso y radical, que superó con creces al proyecto del Primer Jefe”.
Los artículos más discutidos serán: 3º, sobre educación; 24º, sobre la religión; el 27º, sobre tierras, aguas y recursos del subsuelo; y, el 123º, sobre las relaciones de trabajo reguladas por el Estado.
El 31 de enero de 1917, habiendo celebrado 67 sesiones ordinarias, el Congreso concluirá sus labores. Ese día, los constituyentes protestarán guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Acto seguido se presentará el primer jefe del Ejército Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo, a recibir del presidente del Congreso, diputado Luis Manuel Rojas, el texto definitivo de la Constitución, quien señalará en su discurso que se ha ido más allá de lo propuesto por Carranza, señalamiento que el coahuilense tomará con gran tranquilidad y que estimará apropiada. Después, también el propio Carranza protestará guardar y hacer guardar la Constitución.
Después, también el propio Carranza protestará guardar y hacer guardar la Constitución. "La nueva constitución rápidamente mostró sus semejanzas y diferencias con la de 1857. Mientras que ésta fue doctrinaria en su liberalismo, la nueva fue muy realista, acorde con la complejidad del país; además, reflejó las condiciones internacionales de su tiempo, ya siendo evidente la decadencia de las aristocracias y las oligarquías, y la crisis de los Estados liberales. Recuérdese que la Constitución de 1917 se hizo entre la primera guerra mundial y la revolución bolchevique. La complejidad sociohistórica mexicana fue la causa por la cual la nueva constitución avaló formas de propiedad individual y colectiva, así como la coexistencia de empresas privadas y estatales. En lo político, México siguió siendo una república federal, representativa y democrática. Sin embargo, ahora el poder ejecutivo sería el predominante, seguramente por la necesidad que se tenía de que un solo mando dirigiera la impostergable reconstrucción nacional. Por lo mismo, se diseñó un país estatista, y en consecuencia autoritario, con un Estado interventor en materias como la economía, la educación y la religión. La nueva constitución resultó nacionalista, pues la revolución había buscado terminar con el carácter de México como país neocolonial, porque acababan de padecerse la invasión norteamericana a Veracruz y la "expedición punitiva". Asimismo, garantizaba grandes concesiones a los sectores populares, ya fueran reparto agrario o beneficios a los obreros. Dada la fuerza militar y política adquirida por estos grupos durante la lucha revolucionaria, dichas concesiones eran imprescindibles. La Constitución de 1917 era la única posibilidad de crear un Estado capaz de consolidar y reglamentar el proceso de transformación que había experimentado el país al pasar del México porfiriano al revolucionario. (Nueva Historia, ya citada).
El día 5 de febrero de 1917 se promulgará la Constitución que entrará en vigor el 1º de mayo del presente año.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
|