Noviembre 12 de 1928 

A iniciativa del Centro Bancario de Monterrey, es fundada la Asociación de Banqueros de México (ABM), integrada por propietarios y representantes de bancos. Participan en su constitución 32 de las instituciones bancarias del país que a la fecha operan y es su presidente fundador Alberto Mascareñas.

A partir de esta fecha, la AMB gozara de una gran influencia política y prestigio hasta la nacionalización de la banca en 1982, ya que tendrá mayor poder que cualquier otra cámara empresarial. Asímismo, tendrá representación directa en la Comisión Nacional Bancaria, en la Comisión Nacional de Seguros y en la Bolsa Mexicana de Valores.

Sobre su posterior desarrollo y particular importancia dice Carlos Arriola Woog: “El prestigio de la Asociación es muy considerable y la Asamblea General que se celebra anualmente se ha convertido en uno de los foros más importantes. El secretario de Hacienda y el director del Banco de México, concurren a todas las reuniones y en ellas exponen los grandes lineamientos de la política económica y financiera del gobierno. En ocasiones, el propio presidente de la República ha inaugurado la Asamblea General.

“La Asociación cuenta con más de 300 instituciones financieras asociadas, de las cuales, una tercera parte se encuentra en el Distrito Federal, unas cuantas en el extranjero y el resto en el interior del país, donde se localizan 58 ‘Centros Bancarios’.

Durante los enfrentamientos que tuvieron lugar entre el sector privado y el Estado, los dirigentes de la ABM fueron en general extremadamente cautelosos en sus declaraciones y sólo en contadas excepciones expusieron sus puntos de vista en forma conjunta con otras organizaciones empresariales. Sin embargo, la ABM forma parte del Consejo Coordinador Empresarial.”

Con la reprivatización de la banca efectuada en 1990, que permitirá que el capital extranjero detente la propìedad de los bancos, antes prerrogativa exclusiva de los mexicanos, la AMB dará paso a la Asociación Mexicana de Bancos, también AMB, la que tendrá entre sus objetivos más relevantes: fomentar el desarrollo de las actividades bancarias en el país y la participación de la banca mexicana en los mercados financieros internacionales; actuar como órgano de consulta del Estado en materia bancaria y financiera, además de procurar la participación activa de las instituciones de crédito para aumentar la captación del ahorro nacional, estimulando entre la población los hábitos adecuados para el mismo.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.