Noviembre 11 de 1818
Al pié de un fresno, en la plaza mayor de Quiroga, en el hoy estado de Michoacán, es fusilada de pié, después de ser torturada, procesada y condenada a muerte por negarse a delatar a su compañeros de lucha. Segundos antes de morir arenga al pelotón de fusilamiento y a quienes presencian su ejecución, para que se unan a la causa insurgente.
Había quedado viuda porque su esposo e hijo perecieron en la batalla de Puente de Calderón peleando en las filas de Manuel Muñiz, al lado de las tropas de Hidalgo. A partir de entonces, fue comisionada a su natal Pátzcuaro para organizar las comunicaciones con las fuerzas insurgentes y facilitar su entrada a su pueblo natal. Ahí colaboró con la causa de la independencia aportando noticias, dinero, víveres y pertrechos de guerra, además de facilitar su casa para que se llevaran a cabo las reuniones de los partidarios del movimiento insurgente. Asimismo, sirvió como correo de los insurrectos en la región de Pátzcuaro y Tacámbaro. Fue entonces cuando fue aprehendida.
Nació en Pátzcuaro el 11 de abril de 1765, hija de una acomodada familia española dedicada al comercio: Pedro Javier Bocanegra y Felicia Mendoza. Informada de los acontecimientos que tanto en Europa como en la colonia desencadenaron la lucha, convenció a su esposo Pedro Advíncula Lazo de la Vega, soldado del regimiento provincial, de que se uniera al movimiento encabezado por Miguel Hidalgo. Al pasar la columna insurgente por Valladolid, en octubre de 1810, Lazo de la Vega y su hijo se incorporaron a las fuerzas rebeldes.
Muchas mujeres participaron de algún modo con el movimiento de independencia, pero pocas como Gertrudis Bocanegra, ofrendaron su vida por el nacimiento de la nación mexicana.
Doralicia Carmona. Memoria Política de México.
|