15 de Octubre de 1855
El Plan de Ayutla, proclamado el 1º de marzo de 1854, por Juan N. Álvarez e Ignacio Comonfort, para combatir la dictadura de Antonio López de Santa Anna, apoyada por el clero, terratenientes y militares, llevó al poder a una brillante generación de liberales entre los que estaban Benito Juárez, Melchor Ocampo, Francisco Zarco, Ignacio Zaragoza, Santos Degollado, Valentín Gómez Farías, Miguel Lerdo de Tejada, Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Ignacio Altamirano, entre los más destacados.
La primera resolución del Plan fue derrocar a Santa Anna y establecer un gobierno provisional que convocara a una asamblea nacional que decidiera la forma de regir la república. A partir del 11 de marzo, la revolución marchó lentamente y poco a poco se unieron guarniciones y pueblos, primero en Guerrero, luego en Michoacán.
Santa Anna amenazó de muerte a todo el que tuviera en ejemplar del plan y no lo entregara; él mismo organiza una expedición que no puede tomar Acapulco y a su regreso, ataca algunas poblaciones... pero ya es tarde, ya no puede contener el movimiento pese a que dispuso que las propiedades de los enemigos fuesen ocupadas, los sospechosos espiados y desterrados y que todo “pueblo que se manifieste rebelde contra el supremo gobierno debe ser incendiado, y todo cabecilla o individuo se coja con las armas en la mano, debe ser fusilado”.
A mediados de 1854, Tamaulipas, Guanajuato, San Luis Potosí y México, estaban adheridos a la revolución. A principios de 1855, nuevos caudillos se unieron y Santa Anna comprendió que en la oposición estaba implicado el país entero. Los mismos conservadores se volvieron contra él porque el estallido popular ponía en peligro sus intereses. Y, sin más que hacer, simplemente se fue. Salió Santa Anna del país en agosto de 1855. El 10 octubre, en Cuernavaca, Juan Álvarez, después de ser elegido presidente por un Consejo, formó su gabinete con Ocampo, Prieto, Comonfort y Juárez; hoy llega a la capital.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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