Octubre 13 de 1810
La Inquisición de México excomulga a Miguel Hidalgo y Costilla, misma que es extendida a sus seguidores. Antes, el obispo de Michoacán, Abad y Queipo y el arzobispo de México, ya lo habían excomulgado.
Desde principios de 1800, la Inquisición abre causa a Hidalgo secretamente, de manera que en esta excomunión, son resumidas todas las acusaciones presentadas contra él: negar verdades reveladas; judaizante; adoptar la doctrina de Lutero; propender a opiniones protestantes; negar la existencia del infierno; decir que el claustro de la Universidad estaba compuesto por una cuadrilla de ignorantes; haber hablado con desprecio del gobierno de la iglesia.
En un manifiesto contra el decreto de su excomunión, Hidalgo critica a los españoles que “han hecho del dinero su Dios”.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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