12 de Octubre de 1492
Tras 72 días de travesía, Cristóbal Colón y sus compañeros desembarcan en un atolón coralino que llaman San Salvador (para los indígenas era Guanahaní; hoy, se llama Watling, en el archipiélago de las Bahamas).
“Oh Señor Dios Omnipotente y Eterno, Creador del cielo, la tierra y el mar. Bendito sea Tu Nombre y alabada sea Tu Majestad. Por haberte dignado elegirnos Tus humildes servidores, Tu Sagrado Nombre será conocido y anunciado en esta segunda parte de la tierra! Exclama Colón al pisar la playa. Al igual que los reyes católicos, se siente elegido por Dios para extender el catolicismo (Cristóbal significa “cargador de Dios”) todo lo que sea posible y desde luego, para tomar las riquezas de los pueblos que logre convertir a la religión “verdadera”.
De inmediato, Colón toma posesión de la isla, creyendo estar en el Extremo Oriente. La expedición mercantil, capitaneada por Colón, zarpó el 3 de agosto de 1492 del puerto de Palos; los tres barcos se dirigieron a las Canarias para hacer algunos arreglos a las naves y el 6 de septiembre prosiguieron la navegación hacia el oeste. El 11 de octubre los navegantes distinguieron luces en el horizonte y en la madrugada del día siguiente, 12 de octubre, el grumete Rodrigo de Triana, avizora “tierra a la vista” y horas después pisan el “nuevo” continente, sin que Colón supiera jamás de la magnitud de su descubrimiento. Aunque ya otros pueblos como los vikingos, polinesios y chinos habían estado antes en las tierras del continente que se bautizaría como América, para los europeos el resultado del primer viaje de Colón fue todo un descubrimiento..
Escribe John Kampfner (Ricos): “La forma más básica de adquirir riquezas es el saqueo, o por decirlo en términos más modernos, la explotación de materias primas. A principios del siglo XVI, los españoles y portugueses se embarcaron en una carrera global para extraer los recursos naturales de las tierras del Nuevo Mundo que unos pocos jóvenes aventureros estaban descubriendo a una velocidad frenética... Los primeros conquistadores proporcionaron una fuente de capital y riqueza para el Viejo Mundo que aseguraría su hegemonía durante cinco siglos: crearon un modelo de negocio que demostró ser notablemente duradero. La colonización explotadora continuó sin cambios hasta bien entrado el siglo XX, cortesía de las multinacionales occidentales en lo que entonces se llamaba el Tercer Mundo... Mientras las formas de conquista se han vuelto más sofisticadas con el tiempo, la carrera por la propiedad de los recursos no ha cambiado”.
La llegada a América de los primeros conquistadores iniciará la expansión mundial de Europa y el dominio y la colonización del continente americano por varias potencias imperiales europeas que destruirán la mayor parte de las culturas originales americanas e impondrán con la espada y con la cruz, su cultura, sus idiomas y religiones. Colón mismo promoverá el tráfico de esclavos, será el primer encomendero, otra forma de esclavitud encubierta, y otorgará salvoconductos a los indígenas a cambio de oro.
"Colón estuvo convencido de que la población indígena con quien entraba en contacto, debía ser esclavizada para el trabajo de búsqueda y explotación del oro... había viajado al Golfo de Guinea con los portugueses y allí pudo observar detenidamente los aspectos del negocio de la trata de esclavos... [Así] se convierte abiertamente a partir de 1495 en apologista de la esclavitud"... Inclusive expondrá a los reyes católicos las ventajas de llevar esclavos a un costo de 1,500 maravedíes cada uno, en lugar de 8,000 de los esclavos africanos y propondrá abrir un mercado "del Nuevo Mundo hacia España, que calculaba ser un muy jugoso negocio de beneficio para la Corona". Afortunadamente, los reyes y el clero optarán por una política de evangelización y prohibirán la esclavitud de los nativos. (Birjau Luis. Voluntad e Infortunio en la Conquista de México).
De América tomará Europa gran cantidad de alimentos inventados por las culturas americanas que terminarán las hambrunas en el “viejo” continente. De Europa llegará a América, entre otros, el uso productivo de la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego. A partir de ahora, el mundo será otro.
Años antes, Colón, inspirado en sus lecturas de Marco Polo y de Toscanelli, había concebido la idea de llegar desde Europa al lejano oriente viajando por mar hacia el oeste. Con la caída de Constantinopla en manos otomanas en 1453, se perdió la ruta comercial terrestre de productos suntuarios provenientes de India y China, conocida como la ruta de la seda, de ahí la necesidad de encontrar una ruta alterna por mar. Colón presentó su proyecto al rey de Portugal Juan II, quien lo rechazó porque su país controlaba el único camino marítimo conocido hacia las Indias bordeando África, y no permitía el paso de naves que no fueran las propias y estaba más preocupado por el creciente poderío del reino de Castilla. También lo mostró a comerciantes de Génova y Venecia sin resultados. Una razón de peso para su rechazo fue que estimaba una distancia de 3,800 km entre las islas Canarias y Japón, en tanto que los sabios de ese entonces calculaban una distancia mucho mayor. En realidad es de 19,000km y por ese error, Colón ni siquiera imaginó la existencia del continente americano.
En 1485, Colón viajó a Córdoba y pese al dictamen negativo de un consejo de sabios, consiguió que la reina Isabel la Católica le otorgara una anualidad en tanto pudiera financiar el viaje. Fue hasta después de la reconquista de Granada, cuando el proyecto se concretó mediante el préstamo de más de un millón de maravedíes que el escribano de ración (cuya función era hacer préstamos al rey) Luis de Santángel, judío converso, otorgó a los reyes; el propio Colón añadió otros 500 mil maravedíes que consiguió prestados y el resto lo cubrieron comerciantes italianos.
Con el fin de que la expedición de Colón no saliera de tierras señoriales, sino de un puerto real, los reyes compraron la villa de Palos. El prestigiado marino Martín Alonso Pinzón, apoyó la posibilidad del proyecto, puso medio millón de maravedíes (la tercera parte de los gastos) y se incorporó al viaje. Se calcula en 105 el número de tripulantes de las tres naves: la Santa María (propiedad de Juan de la Cosa) capitaneada por Colón; la Pinta (propiedad de Gómez Rascón y Cristóbal Quintero) y la Niña (que pertenecía a los hermanos Niño). Fue así que esta empresa comercial culminó con el descubrimiento de América.
Colón dejará la isla de San Salvador y hará nuevos descubrimientos: el 15 de octubre la isla de Santa María de la Concepción (Cayo Rum); el 16, Fernandina (Long); el 19, Saometo o Isabela (Crooked); el 27, Juana (Cuba); y el 6 de diciembre, La Española (Haití). Después de haber construido el Fuerte de Navidad, con los restos de la hundida nao capitana "Santa María”, dejará a Diego de Arana con 38 hombres, con la misión de explorar y colonizar.
Colón zarpará de regreso sólo con dos carabelas el 16 de enero de 1493 y llegará a Palos el 15 de marzo siguiente con aborígenes a los que llama indios –se les creía habitantes de la India-, oro y productos varios como tabaco. De ahí se dirigirá a Barcelona para entrevistarse el 3 de abril siguiente con el rey Fernando, quien se avocará a resolver la forma de incorporar las nuevas tierras a la Corona de Castilla y a fundamentar jurídicamente su derecho de ocupación. El conocimiento de las nuevas tierras a las que llegó Colón impactará a España y Europa y de inmediato habrá colonos y aventureros dispuestos viajar al “nuevo mundo”. El rey Fernando tratará con el Papa Alejandro VI la concesión de las nuevas tierras, las bulas de participación y misionales, la Línea de Demarcación y el Tratado de Tordesillas.
En su segundo viaje, Colón saldrá el 25 de septiembre de 1493 con 17 naves y la misión de colonizar, conquistar y evangelizar. Hará también otros viajes: el tercero el 30 de mayo de 1498 y el cuarto el 13 de abril de 1502. En su último viaje sólo tardará un mes y cuatro días en alcanzar las costas americanas. Morirá en Valladolid, España, el 20 de mayo de 1506.
“La primera expedición de Colón costó unos dos millones de maravedíes, apenas la renta anual de un noble español de segunda categoría. A partir de esta modesta inversión surgiría uno de los imperios más ricos del mundo, y las fortunas de muchos europeos en el Nuevo Mundo. Sin embargo, la historia de Colón, al igual que la de muchos otros como él, tiene un final amargo. Cuando los españoles establecieron su primera colonia en La Española -la isla que comprende la moderna Haití y la República Dominicana-, se encontraron con férrea resistencia. En consecuencia, les llevó algún tiempo poder restaurar la autoridad y volver a fundar la colonia, para gran disgusto del rey en España. Hacia 1495, la corona había roto su acuerdo de monopolio con Colón, comenzando conceder licencias a otros aventureros. La competencia era cada vez más intensa... En esos primeros años ningún explorador estaba seguro de lo encontraría ni de cuánto podría obtener”. (Kampfner ya citado).
Colón obtendrá poco. Tras ser nombrado gobernador de La Española por el rey Fernando, será aprehendido y encadenado de regreso como presunto culpable de la ingobernabilidad de esa isla. “Se le acusó de tortura, mutilación y varios abusos más de autoridad. Dado que semejante comportamiento era una práctica común, sus detractores probablemente actuaron movidos por la rivalidad. A su regreso a España, Colón y sus hermanos fueron encarcelados por un breve periodo. Tras su liberación, se le negó el cargo de gobernador de las Indias Occidentales, y se revocó su porcentaje del 10 por ciento sobre los ingresos de las nuevas tierras, a pesar de haber sido acordado en las Capitulaciones”. (Kampfner ya citado).
Mediante el Quinto Real, la Corona Española será la gran ganadora de todo lo que saqueen los conquistadores y colonos. Los reyes católicos Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla dispondrán a partir de 1504: “que todos los vecinos y moradores de nuestras Indias que cogieren ó sacaren en cualquier provincia ó parte de ellas oro, plata, plomo, estaño, azogue, hierro ú otro cualquier metal, nos hayan de pagar y paguen la quinta parte de lo que cogieren ó sacaren neto, sin otro ningún descuento”...
Doralicia Carmoa: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO
Puerto de Palos: Reproducciones de las naves de Colón.
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