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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Renuncian a su partido connotados panistas del Foro Democrático y Doctrinario

7 de octubre de 1992

En la renuncia se lee: "Las líneas que modifican el rumbo del PAN y que nos obligan a esta declaración son, en resumen, las siguientes: indebido y antidemocrático acercamiento con el gobierno y apoyo abierto a la política estatal; injerencia creciente de los empresarios en la vida del partido y autoritarismo interno, burocratización del partido e intransigencia con los grupos y opiniones divergentes... Aceptación y voto favorable a la reforma constitucional en materia electoral, voto a favor del COFIPE, voto a favor de la reforma electoral en materia de banca, sin las condiciones inicialmente expresadas, voto a favor de las reformas indebidas al articulo 27 y voto a favor de otras decisiones oficiales. Elogios abiertos o velados a la política salinista, participación de un miembro del CEN del PAN en el Consejo Pronasol... En resumen, el PAN ya no es el partido de inspiración humanista que defendía los derechos humanos contra los abusos de la autoridad y que buscaba una justa distribución de la riqueza, que se oponía con valor y con espíritu de libertad e independencia al régimen y que movía voluntades con ideas, con principios y con programas propios, inspirados en su doctrina. Hoy el PAN es pro-salinista, pro-liberal y pragmático."

Los firmantes, miembros del Foro Democrático y Doctrinario dentro del Partido Acción Nacional, (grupo que trató de influir para que el partido vinculara sus decisiones políticas a los principios y valores morales que le dieron sentido), han venido criticando al comité directivo de su partido, que preside Luís H. Álvarez y por tal motivo, fueron crecientemente excluidos de los cargos y candidaturas partidistas. El conflicto afloró cuando en octubre de l989, Luís H. Álvarez se presentó intempestivamente a pedir a los diputados panistas apoyo a la propuesta de Reforma Política de Carlos Salinas de Gortari. Así lo hicieron, pero  cuando les repartieron el texto que aprobaron vieron que sólo incluía dos puntos de los diez señalados por la Comisión Permanente del Consejo Nacional del PAN, como indispensables para aceptar la reforma.

Además, desde 1990 comenzaron a luchar contra la invasión del “dominio empresarial” y denunciaron la “indoctrinación” política planeada que se impartía a ejecutivos de empresas para que ingresasen al PAN, después de recibir cursos intensivos financiados por las dirigencias patronales en el llamado Instituto de Posiciones Estratégicas (los “neopanistas”).

Entre los renunciantes se encuentran José González Torres y Pablo Emilio Madero, expresidentes nacionales del PAN, y Jesús González Schmall, Bernardo Bátiz, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, Gabriel Jiménez Remus, Juan de Dios Castro, Alfonso Méndez Ramírez, Abel Martínez y Gaudencio Vera, quienes tratarán de formar un nuevo partido político con el mismo nombre.

La renuncia tiene lugar después de que el 27 de septiembre pasado el Consejo Nacional rechazó una propuesta de reforma a los estatutos -redactada por todos los mencionados junto con los expresidentes José Ángel Conchello y José González Torres- "sin esperar el resultado de la votación en la asamblea. Y esto es lo que han hecho quienes ocupan los puestos de dirección en el PAN".

Al otro día, los dirigentes del PAN publicarán en la revista La Nación, el siguiente texto:

“El Comité Nacional recibió un documento firmado en su última hoja por nueve personas, en el que éstas anuncian su determinación de retirarse de las filas de Acción Nacional.

Habida cuenta de la gran difusión que se ha dado a esta comunicación el CEN declare lo siguiente:

1. Al partido Acción Nacional se entra o se sale con absoluta libertad.

2. Las razones que estas personas exponen, las mismas que han esgrimido en los últimos tres años carecen de fundamentos y así lo han confirmado todos los órganos del partido en los que se han debatido abiertamente.

3. La línea política del partido ha sido concretada y definida, no por una persona, sino por los órganos estatutarios competentes a los cuales se ha proporcionado, por parte de todos los panistas que así lo han deseado, la información necesaria.

4. El PAN no ha variado su conducta política ni sus tesis fundamentales. Es el régimen el que, con rectificaciones de todos conocidas, ha refrendado la validez histórica de nuestras posiciones.

5. La alusión a la presencia de empresarios en el partido es falsa y populista. Hoy como ayer, los empresarios que se adhieren al partido son militantes como todos, obligados a promover nuestras tesis y programas, han entrado como simples ciudadanos comprometidos con un ideario.

6. En cuanto al cargo de autoritarismo, se ha comprobado que es otra más de las imputaciones gratuitas de los renunciantes. Su disidencia de años y su actitud injuriosa no dieron lugar a la exclusión. Se van porque quieren, y esa decisión se respeta Las facultades que les confieren los Estatutos a la dirigencia nacional han sido ejercidos escrupulosamente.

7. En el PAN ha nadie se ha dejado de escuchar, pero las decisiones siempre se han tornado por consenso y por votación, y las determinaciones tomadas democráticamente obligan a todos, a los que ganan y a los que pierden.

8. En los 53 años del partido se han dado renuncias. Esto es natural, en una organización probablemente democrática Por fortuna, y la historia lo confirma, siempre han sido más los que llegan que los que se van.

La actual dirigencia estará hasta el último momento de su gestión con la mayor apertura hacia el interior del partido y hacia todas las instituciones de la vida nacional.

Habida cuenta de que el documento de referencia se ha dirigido al CEN, la presidencia emite este boletín informativo y se abstiene de hacer comentarios adicionales respecto de este asunto. Será el propio CEN quien podrá, en su momento, abundar sobre el particular.

El 12 de octubre siguiente, en conferencia de prensa, los renunciantes explicarán  a Gerardo Galarza y Rodrigo Vera, reporteros de la revista Proceso, su proceder. Los expresidentes nacionales del PAN darán sus razones: José González Torres recuerda que Adolfo Christlieb Ibarrola dijo a sus correligionarios panistas cuando el gobierno decidió crear la figura de diputados de partido: "Son 20 platos de lentejas (diputados) los que nos ofrece el gobierno... "No me atrevería a decirle qué pensaría don Manuel (Gómez Morín, el fundador del PAN), pero él previno mucho contra el apetito del poder...  Entré al PAN por deber y lo dejo por deber... El PAN va a seguir y va a tener más gubernaturas, pero como un partido a la sombra del poder. Por supuesto que seguirá sin nosotros. No le hacemos ni le haremos falta. Pero ya no es el partido de ideales. Será muy difícil, casi imposible, que rectifique... Creo lo que veo. No me pongo a pensar que las negociaciones sean malas por sí mismas. Lo que me preocupa es el cambio de criterios. Antes luchábamos por ideales. Ellos en algún momento le dieron más prioridad al criterio de eficacia. Ese argumento lo manejaron ellos, sobre todo los de nuevo ingreso. Así comenzó a perderse el rumbo...Yo escribo semanalmente en un periódico y en mis artículos le he agradecido al Presidente de la República las reformas al artículo 130 y demás relativos y la pequeña reforma al tercero, pero una cosa es reconocer y otra cosa es apoyar todo. Por ejemplo, no es posible apoyar el programa económico del Presidente que no lleva al capitalismo liberal".

Por su parte, Pablo Emilio Madero Belden, acusado por sus antagonistas de ser quien abrió las puertas del PAN a los empresarios y al DHIAC, aclarará: "Siempre se les invitó como personas, no como grupo. Cuando se acercó el DHIAC, yo los invité en lo individual, no como agrupación. Actuar en bloque siempre es negativo. El PAN debe ser un partido plural, en donde todos son bienvenidos, pero de manera individual. No puede darse el control de un grupo determinado, aunque sea de buena fe. No puede darse el desplazamiento porque unos se consideran más capaces.  Asimismo, rechaza que los triunfos electorales del PAN sean producto sólo del cambio de estrategias políticas. "Son la culminación de 53 años de lucha. No es el esfuerzo de última hora. Chihuahua y Baja California no se pueden explicar sin el esfuerzo de mucha gente y de muchos años".

El 20 de noviembre siguiente, los foristas, ya fuera del PAN, realizarán una asamblea con una asistencia de entre 900 y 1,000 militantes provenientes de 27 entidades federativas, en la que decidirán constituirse en un partido político. El 6 de marzo de 1993, se reunirán nuevamente en asamblea, pero con una asistencia reducida a 582 personas. En ella se constituirán formalmente como Partido del Foro Democrático, adoptando nombre, documentos y órganos directivos, presididos por Pablo Emilio Madero. Sin embargo, el Instituto Federal Electoral se negará a abrir la convocatoria para el registro de nuevos partidos, con lo cual, el PFD quedará marginado de las elecciones de 1994. No obstante, realizarán algunas acciones electorales aliados al PRD, como González Schmall, que competirá sin éxito por la gubernatura de Coahuila.

En noviembre siguiente, los foristas apoyarán la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, pero el 6 de diciembre del mismo año, Pablo Emilio Madero aceptará ser candidato presidencial del Partido Demócrata Mexicano, con lo cual, el PFD se disolverá y sus miembros se retirarán de la política o se integrarán a otros partidos. Sólo Gabriel Jiménez Remus y Juan de Dios Castro regresarán al PAN.

Años después, González Schmall declarará que a raíz de la nacionalización de la banca, un grupo de empresarios intentó crear un partido político llamado Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC), pero al no poder cumplir los requisitos legales, optó por tomar paulatinamente al PAN, mediante insertar gente del mismo DHIAC, la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), Provida y de las cámaras empresariales, como la Coparmex, que fueron desplazando a los antiguos dirigentes del PAN, hasta que se apoderaron de todo el partido. "A nosotros, los foristas, siempre nos decían que al PRI sólo se le podía vencer con sus propias armas: con dinero, acarreos y manipulando el voto. Al parecer no eran sólo propuestas; hoy vemos que en el PAN son hechos consumados".  Para González Schmall la salida de los foristas se debió a muchos factores, “como las continuas encerronas de Luís H. Álvarez con Carlos Salinas de Gortari, con Diego Fernández de Cevallos, con Carlos Castillo Peraza, con Juan Antonio García Villa. En ellas se pactó la aprobación de una Ley Electoral muy limitada respecto de las propuestas de Acción Nacional. También, para que se quemaran las boletas de la elección en la que supuestamente ganó Carlos Salinas; para que el PAN aceptara el Tratado de Libre Comercio y para que el partido obtuviera, por parte de la Cámara de Diputados, un préstamo para comprar el edificio donde ahora está su sede nacional, en José María Rico. Para nosotros, todas esas componendas fueron un agravio al origen del PAN. Nosotros creíamos, en conciencia, que teníamos la obligación de no seguirles el juego".

Para Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, los panistas doctrinarios se salieron del partido, pero en su lugar entraron los primeros cuadros del Yunque.

Doralicia Carmona. MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.