Enero 13 de 1823
Vicente Guerrero y Nicolás Bravo pronunciados en contra del emperador Agustín de Iturbide, se enfrentan a las tropas imperiales en Almolonga, del hoy Estado de Guerrero.
El 31 de octubre del año anterior, Iturbide I había decretado la disolución del Congreso, en su lugar se formó una Junta Instituyente que el 13 de noviembre comenzó a redactar una Constitución para presentarla al nuevo Congreso para su aprobación cuando éste se reuniera. Entretanto, el general Lemaur tomó el mando de San Juan de Ulúa; en respuesta, el brigadier y gobernador general de Veracruz, Santa Anna, hizo el intento de apoderarse del castillo. Esta acción pareció sospechosa a los ojos de Agustín I y lo depuso. Santa Anna se indignó, regresó a Veracruz y antes de que la noticia de su deposición del puesto de gobernador general de esa ciudad hubiera llegado a la guarnición, el 2 de diciembre levantó el estandarte de la República. Intentó tomar Jalapa y aunque fue derrotado, seguía adueñado de Veracruz respaldado por la artillería del castillo de Ulúa y decidido a acabar con el Imperio.
Poco después, aliado con el general Guadalupe Victoria, Santa Anna proclamó el Plan de Veracruz el 6 de diciembre –según dice Arrangoiz, fue redactado por Miguel Santa María-, en el que pedían la reinstalación del Congreso, reclamaban su disolución, el que Iturbide hubiera faltado a su juramento y pedían la nulidad de su nombramiento como emperador. (Ver documento)
La revolución a favor del Plan de Veracruz se propagó rápidamente e Iturbide, desde el primer momento, entró en campaña para combatirla. El 5 de enero salieron de la capital los generales Bravo y Guerrero a levantar fuerzas contra Iturbide en el Sur; en el camino, un teniente coronel de caballería, los arrestó y los liberó a cambio de diez onzas de oro y los arneses de montar. Según dice Francisco de P. de Arrangoiz, (México desde 1808 hasta 1867) “tomaron parte en la revolución casi todos los que habían hecho armas de 1810 a 1819 contra España”.
Iturbide dio el mando de todo el Sur a Armijo, quien de inmediato se encaminó a Chilapa para recuperar esa plaza, pues Bravo y Guerrero habían ocupado la fuerte posición de Almolonga y este día 13 de enero, son atacados por Armijo (Arrangoiz dice que el hecho ocurrió el 25) y lo refiere así: “[…] subiendo con resolución al asalto la compañía que había sido de realistas de Jiutepec, a los que hizo frente Guerrero, el cual recibió una herida de bala que le entró en el pulmón, y creyéndole muerto su gente, entró en desorden: para decidir la acción avanzaron los granaderos a caballo con Epitacio Sánchez a su frente, mas a poco andar fue muerto éste de un balazo en la cabeza. Retrocedieron los suyos arredrados con la muerte de su jefe: no menos atemorizados los de Guerrero, abandonaron la artillería y el campo, sin qué pudiera detenerlos Bravo, que fue arrastrado en la fuga. A Guerrero le tomó un soldado en su caballo y le ocultó en un barranco, de donde le retiró a su choza un indio, y en ella se curó tan imperfectamente, que quedó enfermo toda su vida. Bravo se retiró con la gente que pudo recoger hacia Putla […]”. Armijo desde Chilapa mandaría el parte de la campaña a Iturbide quien suponiendo muerto a Guerrero daría por concluida la guerra en el Sur.
Por otra parte, Echávarri había sido enviado por Iturbide para combatir a Santa Anna en Veracruz pero se aliaría a él y juntos proclamarían el Plan de Casa Mata, el 1º de febrero de 1823; este plan, era una “especie de compromiso que exigía la instalación de un nuevo Congreso lo más pronto posible, manteniendo, por el momento al emperador”.
En su conjunto, estas acciones que eran justificadas por la idea de patriotismo, “estaban alentadas por el creciente descontento del régimen imperial”, tendrán como resultado final la abdicación de Iturbide a la corona del Imperio Mexicano, el siguiente 19 de marzo.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
|