Enero 11 de 1858
El presidente Ignacio Comonfort disuelve el Congreso y manda liberar a Juárez, después de haberse adherido al Plan de Tacubaya y dado un autogolpe de Estado confabulado con los conservadores.
De pronto Comonfort se percatará de que ha caído en una trampa y convencido de su error, aunque no lo reconocerá, trata de conciliar los intereses de todos, pero solamente logra tener ante sí “el repudio de todos los partidos, la abominación de los radicales, la hostilidad de los conservadores, el recelo hasta de los mismos moderados...”.
La brigada Zuloaga se sublevará y pedirá la reforma al Plan de Tacubaya, pues ya no desearán que siga de presidente, y Zuloaga asumirá el cargo. Al cabo de diez días, Comonfort se declarará derrotado y saldrá hacia el destierro. El dos de febrero siguiente, en Veracruz, publicará un manifiesto en que señalará que con mucha frecuencia había pensado dejar el poder en manos de su sucesor legal: Juárez.
En sus notas autobiográficas, Juárez apuntará: “el 11 de enero salí en libertad y el 12 salí de México para la hacienda de Chihuahuacán [...]. El día 13 en la tarde salí con dirección a la hacienda de San José Acolma, dormí en el campo y el día 14 llegué a dicha hacienda. El día 15 vine a Cuautitlán a esperar el guayín del correo para irme a Querétaro. A los dos de la mañana llegó el carruaje en que monté y llegué a Querétaro en el mismo [...]. El día 17 salí de Querétaro y el día 18 a las nueve de la mañana llegué a Guanajuato y el día 19 declaré establecido ahí el gobierno”.
Zuloaga, presidente espurio y asesino de Ocampo, y Juárez, presidente legal, representarán la lucha entre los viejos y los nuevos tiempos que constituye el fondo de la guerra civil que acaba de iniciar con este hecho. Al poder e influencia concretos de las clases privilegiadas, se oponen las ideas de igualdad social, eliminación de fueros y la exaltación de las libertades innatas del hombre. El comienzo de la lucha armada demuestra que los generales más capaces, los ejércitos más disciplinados y los recursos del clero amparan a los conservadores.
Inicia un periodo en que la presidencia legal es itinerante pero tiene la esperanza y la confianza de mantener un gobierno civil, lo cual logrará después de tres años de lucha constante.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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