Enero 1 de 1994
En la noche de ayer y en la madrugada de hoy, un grupo armado de indígenas mayas, de los pueblos tzetzal, tzotzil, chol y tojolabal, denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dirigido por el “Subcomandante Marcos”, ocupa las cabeceras de los municipios de San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas y Ocosingo, Oxchuc, Huixtán y Chanal del estado de Chiapas y da a conocer la “Declaración de la Selva Lacandona”, en vísperas de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá:
HOY DECIMOS ¡BASTA!”:
“Somos producto de 500 años de luchas: primero contra la esclavitud, en la guerra de Independencia contra España encabezada por los insurgentes, después por evitar ser absorbidos por el expansionismo norteamericano, luego por promulgar nuestra Constitución y expulsar al Imperio Francés de nuestro suelo, después la dictadura porfirista nos negó la aplicación justa de leyes de Reforma y el pueblo se rebeló formando sus propios líderes, surgieron Villa y Zapata, hombres pobres como nosotros a los que se nos ha negado la preparación más elemental para así poder utilizarnos como carne de cañón y saquear las riquezas de nuestra patria sin importarles que estemos muriendo de hambre y enfermedades curables, sin importarles que no tengamos nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a nuestras autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y nuestros hijos.
Pero nosotros HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vendepatrias. Son los mismos que se opusieron a Hidalgo y a Morelos, los que traicionaron a Vicente Guerrero, son los mismos que vendieron más de la mitad de nuestro suelo al extranjero invasor, son los mismos que trajeron un príncipe europeo a gobernarnos, son los mismos que formaron la dictadura de los científicos porfiristas, son los mismos que se opusieron a la Expropiación Petrolera, son los mismos que masacraron a los trabajadores ferrocarrileros en 1958 y a los estudiantes en 1968, son los mismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo. Para evitarlo y como nuestra última esperanza, después de haber intentado todo por poner en práctica la legalidad basada en nuestra Carta Magna, [...] emitimos la presente al ejército federal mexicano, pilar básico de la dictadura que padecemos, monopolizada por el partido en el poder [...].”
En esta declaración, se pide a los otros Poderes de la Nación restaurar la legalidad y la estabilidad de la Nación deponiendo al dictador Carlos Salinas de Gortari; a los organismos Internacionales y a la Cruz Roja Internacional, que vigilen y regulen los combates que sus fuerzas libran protegiendo a la población civil; se declaran sujetos a lo estipulado por la Leyes sobre la Guerra de la Convención de Ginebra.
Señalan que su lucha se apega al derecho constitucional y es abanderada por la justicia y la igualdad. “PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros, hombres y mujeres íntegros y libres, estamos conscientes de que la guerra que declaramos es una medida última pero justa. Los dictadores están aplicando una guerra genocida no declarada contra nuestros pueblos desde hace muchos años, por lo que pedimos tu participación decidida apoyando este plan del pueblo mexicano que lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático.”
Guillermo Correa, Julio César López e Ignacio Ramírez, reporteros de la revista Proceso, dan cuenta de los hechos:
“A las seis de la mañana, cuando el comandante Marcos hacía sus primeras declaraciones públicas, en medio de su tropa y de curiosos que se arremolinaron a su alrededor frente al palacio municipal, fue colocada en el asta principal una bandera negra con una estrella roja y las siglas del EZLN, en medio de algunos aplausos.
San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas amanecieron tapizadas con la Declaración de Guerra del EZLN, que llamaba a la población a levantarse en contra del Ejército Mexicano, "pilar básico de la dictadura" encabezada por Carlos Salinas de Gortari.
Las proclamas del EZLN fueron transmitidas desde Ocosingo, donde fue tomada la radiodifusora oficial XEOCH.
En el Palacio Municipal de San Cristóbal fueron destruidas las puertas de todas las oficinas y los muebles se utilizaron como barricadas en las esquinas de la plaza principal. Otro grupo entró a las oficinas de la coordinación de la Procuraduría de Justicia del Estado, donde fue herido el policía Samuel Moreno Feliciano. Un hotel y una farmacia del centro fueron asaltados, "expropiándose" medicamentos y colchones; igual sucedió con la tienda del IMSS, donde los guerrilleros se apropiaron principalmente de alimentos; posteriormente, la población se apoderó de aparatos eléctricos.
Turistas nacionales y extranjeros se vieron atrapados, sin poder entrar ni salir. Los restaurantes y comercios cerraron en las cuatro poblaciones tomadas.”
Al día siguiente, el EZLN incendiará el palacio municipal de San Cristóbal y abandonará la ciudad. Atacará sin éxito las instalaciones de la XXI Región Militar en Rancho Nuevo. Proseguirán los combates en varios poblados, principalmente en Ocosingo, entre el Ejército y los guerrilleros, a quienes los militares llaman “trasgresores”. El día 3 de enero será secuestrado por los zapatistas el exgobernador de Chiapas y general de división Absalón Castellanos Domínguez en su rancho "San Joaquín" y conducido al hospital del IMSS-Solidaridad, ubicado en Guadalupe Tepeyac, en poder de los rebeldes.
El 4 de enero el ejército federal controlará totalmente Ocosingo y las demás cabeceras municipales que el EZLN tomó. A partir de entonces la capacidad de ataque del EZLN será casi nula. Hasta entonces el balance de la insurrección armada será de 57 muertos y 40 heridos.
Pero el EZLN proseguirá su actividad guerrillera cada vez más reducida, pero en otros lugares de la República realizarán diversos atentados: contra torres de abastecimiento eléctrico y contra un gasoducto de Petróleos Mexicanos; contra dos torres de abastecimiento eléctrico en los estados de Puebla y Michoacán; estallarán coches bomba en la capital mexicana y en un campo militar en el estado de México; también arrojarán una bomba en el palacio de gobierno de Acapulco y amenazarán con más atentados en la ciudad de México.
Samuel Ruiz, Felipe Arizmendi Esquivel y Felipe Aguirre Franco obispos del Estado de Chiapas, se ofrecerán como intermediarios para detener la guerra y convenir la paz. Jorge Madrazo, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, llegará a San Cristóbal para "atender toda situación que pueda afectar el respeto a las garantías individuales". Asimismo,arribarán observadores de organismos internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional. La población civil, en su mayoría indígena, comenzará a abandonar sus poblados y será concentrada en campos de refugiados, en los que sobrevivirán en la miseria e inseguridad con grandes penurias.
El 6 de enero, el presidente Salinas dirigirá un mensaje a la nación, en el que, por una parte, amenazará con "la acción firme de la autoridad" si los agresores siguen "atacando a nuestros soldados" y por otra, ofrecerá el diálogo y el perdón. Según el embajador estadounidense James R. Jones (Estévez Dolia. El Embajador) fue él quien convenció a Salinas de desistir del uso de la fuerza militar porque iba a destruir todo lo logrado: el conflicto sería una noticia mundial y los inversionistas saldrían en estampida socavando las reformas económicas y el TLC.
Cuatro días después, sustituirá a Patrocinio González por Jorge Carpizo en la Secretaría de Gobernación y nombrará a Manuel Camacho, Comisionado para la Paz y la Reconciliación en Chiapas.
Para el día 12 del mismo mes, el ejército ya habrá recuperado las principales plazas que habían sido tomadas por el EZLN, y Salinas ordenará un cese unilateral al fuego, además volverá a ofrecer el perdón a quienes “acepten la paz y la legalidad".
Para investigar los hechos sangrientos, la Comisión Plural de legisladores estará en Chiapas del 13 al 15 de enero; a su regreso, recomendará que continúe vigente el cese al fuego, y hacer que se preserven los derechos humanos y que se faciliten las funciones de los organismos no gubernamentales en esa materia.
El día 16, el presidente Salinas anunciará la amnistía general y tres días después, enviará al Congreso de la Unión una iniciativa de ley para otorgar una "amnistía general a todos los participantes en los hechos de violencia que afectaron varios municipios del estado de Chiapas", la cual será aprobada en la madrugada del viernes 21 en la Cámara de Diputados y en el Senado en la tarde del mismo día. Conforme a la misma, se beneficiará a todos aquellos que estén involucrados en delitos que se desprendan del conflicto armado en Chiapas, a condición de que entreguen rehenes, armas, explosivos y demás instrumentos empleados para la comisión de los delitos.
Por otra parte, el día 18 siguiente, Salinas removerá al gobernador interino de Chiapas, Elmar Setzer, quien será sustituido por Javier López Moreno. El EZLN aceptará a Manuel Camacho como comisionado de Paz, propondrá una agenda de cuatro puntos para iniciar la negociación y anunciará la intención de intercambiar al ex-gobernador secuestrado por prisioneros zapatistas. Camacho Solís aceptará la propuesta mientras en la ciudad de México más de setenta mil personas realizan una marcha a favor de la paz.
Simultáneamente, el comisionado Manuel Camacho reconocerá, tácitamente, la representatividad del Ejército Zapatista de Liberación Nacional como fuerza beligerante. A partir de entonces, se instaurará la Comisión para Concordia y Pacificación COCOPA, que propiciará la liberación del general Absalón Castellanos y otros rehenes tomados por los zapatistas y el encuentro y negociación entre los representantes del gobierno y los alzados. La lucha del EZLN se tornará de armada en política.
Para proceder al diálogo, el EZLN convocará a las ONG’s a formar un cinturón de paz en torno al diálogo. Y el 16 de febrero, en la catedral de San Cristóbal de las Casas se iniciarán las Jornadas por la Paz y la Reconciliación, con la asistencia de 19 delegados zapatistas. Durante las mismas, el 1º de marzo el EZLN presentará al gobierno federal una lista con sus demandas. Después de varias semanas de discusiones, terminará sin acuerdos el diálogo el día 22 siguiente. El EZLN anunciará una consulta entre sus comunidades indígenas y sus bases de apoyo para revisar la propuesta gubernamental, y para hacerla restringirá el acceso de la prensa a la zona de conflicto.
Al día siguiente será asesinado el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y el levantamiento entrará en una nueva etapa en la cual el gobierno federal militarizará la llamada "zona de conflicto". A su vez, el EZLN rechazará la propuesta gubernamental, tras dar a conocer del 10 de junio su "Segunda Declaración de la Selva Lacandona".
Manuel Camacho Solís renunciará como Comisionado para la Paz en Chiapas y acusará a Ernesto Zedillo, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de sabotear las negociaciones. El presidente Salinas lo sustituirá con Jorge Madrazo.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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