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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

 


 
 

 


 


Hay Eduardo

1877-1941

 

Nació el 29 de enero de 1877 en la ciudad de México. Se graduó de ingeniero civil en la Universidad de Notre Dame en 1900. Fue fundador del Club Antirreeleccionista junto con Francisco I. Madero. Al consumarse el fraude electoral de 1910 y proclamarse el Plan de San Luis, Hay fue uno de los primeros en tomar las armas como jefe del Estado Mayor de Madero, en la batalla de Casa Grandes, Chihuahua, perdió un ojo. Luego ocupó el mismo puesto con Antonio I. Villarreal.

Al triunfo de Madero, el 12 de agosto de 1911, Hay, entonces coronel, advirtió a Madero de la peligrosidad de Victoriano Huerta, pues le contó que la noche anterior le había confesado, dando vueltas en el parquecillo de Cuernavaca, que tenía como norma: "Yo nunca siento lo que digo ni nunca digo lo que siento" y le aconsejó  que actuara del mismo modo:  "Coronel: no olvide lo que le dice este viejo", le insistió al despedirse.

Durante el interinato de León de la Barra, fue inspector de policía y propuesto por Madero como gobernador del estado de Morelos para negociaciones con los zapatistas.

En 1912  Hay fue diputado a la XXVI Legislatura y en enero de 1913 actuó como vocero de los diputados que pidieron a Madero que radicalizara su política. Al consumarse el cuartelazo, fue uno de los pocos diputados que lucharon contra Huerta desde su curul.

Cuando se proclamó el Plan de Guadalupe el 26 de marzo de 1913, se unió en Sinaloa a las fuerzas constitucionalistas como Jefe del Estado Mayor de Ramón F. Iturbe. En mayo del mismo año, fue ascendido a general de brigada. Después de la firma de los Tratados de Teleoyucan del 13 de agosto de 1914, que desaparecieron el Ejército Federal, acompañó a Venustiano Carranza en su entrada a la ciudad de México. Del 21 de agosto al 7 de septiembre del mismo año, fue secretario de Guerra y Marina del primer Jefe de la revolución constitucionalista.

En octubre siguiente, fue delegado a la Convención de jefes revolucionarios que tuvo lugar en la ciudad de México y formó parte del grupo de generales que invitó a los villistas a que asistieran a dicha convención. Al trasladarse la convención a la ciudad de Aguascalientes, fungió como secretario, al igual que el licenciado Luis Cabrera. Participó en los debates y votó por el retiro de Carranza; finalmente se mantuvo fiel a él y en 1916 Carranza lo nombró subsecretario de Fomento.

Después fue presidente de la Comisión Nacional Agraria carrancista en 1916 y diputado a la XXVII Legislatura. Después continuó su carrera diplomática, que había iniciado como agente confidencial maderista ante los gobiernos de Brasil, Colombia, Chile, Venezuela y Perú entre 1911 y 1912: embajador en Italia de 1918 a 1923 y en Japón de 1924 a 1925.

Fue subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas en 1927 y embajador en Guatemala en 1929. Entre 1932 y 1933 fue director general de Aduanas e inspector general de los Consulados en Europa con sede en París en 1934.
 
Ocupó el cargo de Secretario de Relaciones Exteriores en el Gabinete del general Lázaro Cárdenas, del 1 de diciembre de 1935 al 30 de noviembre de 1940. Durante este periodo, la política exterior de México fue un fiel reflejo de la política interior.

En la Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz, celebrada en Buenos Aires a finales de 1936, México obtuvo la aprobación de un protocolo de no intervención en la Guerra si ocurriera en Europa. 

México protestó contra la invasión de Etiopía por las tropas fascistas italianas y contra la intervención nazi en Austria y en Finlandia.

En 1936, concedió asilo al revolucionario ruso León Trotsky, apátrida que era rechazado por casi todos los países.

Defendió el gobierno de la República Española y autorizó que se le vendieran armas. Derrotados los españoles republicanos por el apoyo nazifascista al gobierno de Franco, el 29 de marzo de 1937, Hay dispuso que las 807 personas que se encontraban asiladas en la Embajada de México en Madrid, salieran de su país bajo la protección de México. En el mes de junio siguiente, aceptó que México recibiera unos 500 niños huérfanos españoles.

Como secretario de Relaciones Exteriores, Hay también tuvo la responsabilidad de negociar el pago de indemnizaciones y convencer a los países de origen de las compañías extranjeras de la legalidad y legitimidad de la expropiación petrolera, así como hacer frente a las campañas de desprestigio que esas empresas emprendieron en contra del gobierno cardenista.

El 10 de noviembre de 1939, Hay firmó con el presidente Cárdenas, el decreto de neutralidad de nuestro país ante la guerra, mediante el cual no se permitía el acceso al territorio y aguas territoriales, de submarinos, barcos y aeroplanos de los países beligerantes. A finales del mismo año, ante la crítica antisemita católica, detuvo un decreto para el establecimiento de una colonia de 1500 familias judías y otras tantas mexicanas, en el distrito de Huimanguillo, Tabasco. Pero en mayo de 1940 rechazó cualquier trato con la Alemania nazi.

El 3 de noviembre de 1940, debido a la negativa del pro nazi mariscal Pétain, de enterrar con honores de Jefe de Estado a Manuel Azaña, último presidente de la República Española, y a la  orden de que sólo se cubriera su féretro con la bandera española franquista, el embajador mexicano en Francia, Luís  I. Rodríguez le dijo al prefecto francés: “Lo cubrirá con orgullo la bandera de México. Para nosotros será un privilegio; para los republicanos, una esperanza, y para ustedes, una dolorosa lección”.

Días después, el 30 de noviembre del mismo año, Eduardo Hay terminó su gestión como secretario de Relaciones Exteriores.

Murió el 27 de diciembre de 1941 en la ciudad de México.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.

Efeméride: Nacimiento 29 de enero de 1877. Muerte 27 de diciembre de 1941.