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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

 


 
 

 


 


Jesús González Ortega

1822-1881

Nació el 20 de enero de 1822, en la hacienda San Mateo de Valparaíso, cerca de Teúl, jurisdicción de Fresnillo, Zacatecas. Estudió en Guadalajara, no terminó la carrera de abogado porque tuvo que regresar a la hacienda y de ahí salió con su familia al pueblo de San Juan Bautista del Teúl (hoy Teúl de González Ortega). Desempeñó algunos cargos hasta llegar a ser juez y secretario del Ayuntamiento. Escribió en el “Pobre Diablo”, semanario del que fue responsable; en Tlaltenango, Zacatecas, editó el semanario liberal “La Sombra de García” y colaboró en El Guardia Nacional.

En 1852, al ser proclamado el Plan del Hospicio para derrocar a Mariano Arista y poner en su lugar a López de Santa Anna, González Ortega se levanta en armas. Apoyado por José María Sánchez Román y otros, vencen a las fuerzas de Santa Anna en Tlaltenango. Es declarado enemigo del gobierno y Santa Anna ordena que sea pasado por las armas donde quiera que se le encuentre.

Al triunfo del plan de Ayutla, en 1855 es nombrado jefe político del Partido de Tlaltenango. En 1856 es electo Diputado al Congreso Constituyente, cargo que no desempeña; pero en 1857 es Diputado al Congreso de su Estado. En 1858 Javier de la Parra renuncia al gobierno del Estado y González Ortega es designado gobernador. Desde este puesto publica diversos decretos para mantener el orden y obtener recursos para las fuerzas liberales, como préstamos forzosos y expropiaciones de objetos y bienes de la Iglesia Católica. Cuando se acercan a Zacatecas los conservadores al mando de Joaquín Miramón, los derrota el 16 de enero de 1859. Ese mismo año, publica las Leyes de Reforma promulgadas en Veracruz. En 1860, Juárez lo nombra general en jefe del Ejército y como tal participa en la batalla de San Miguel Calpulalpan, el 22 de diciembre de 1860, en la que vence definitivamente a los conservadores y con la que termina la Guerra de Reforma. El 1º de enero de 1861 entra en triunfo a la ciudad de México; luego, el Congreso de Tlaxcala lo declara ciudadano honorario.

El 16 de enero de ese año, es designado gobernador interino de Zacatecas y el 22 de marzo es declarado gobernador constitucional de Zacatecas y Benemérito de su estado. El 14 de enero de 1861 es nombrado por Juárez, ministro de Guerra y Marina. El 6 de abril siguiente, renuncia al ministerio de Guerra por diferencias con el gabinete y le es confirmado el mando de la división de Zacatecas, pero se le permite permanecer en la ciudad de México.

El 2 de julio de 1861, González Ortega pierde la elección presidencial frente a Benito Juárez, pero es nombrado por el Congreso, presidente de la Suprema Corte de Justicia, cargo que por ley le permitía ocupar la presidencia de la República en caso de quedar vacante.

Es comisionado para perseguir a los asesinos de Ocampo, Degollado y Leandro Valle y junto a Porfirio Díaz derrota a Márquez y a Zuloaga en Jalatlaco el 14 de agosto de 1861. En los Apuntes biográficos del ciudadano Jesús González Ortega, se cuenta que es entonces cuando aprehende al clero de Irapuato y lo incorpora a filas para que ellos, que predicaban y santificaban el derramamiento de sangre, sepan lo que es una guerra civil.

El 2 de septiembre siguiente, un grupo de 52 diputados pidió a Juárez que renunciara y entregara el poder a González Ortega, pero esta petición no logró la mayoría del Congreso.

Cuando es enviado a combatir a Mejía, alzado en la Sierra Gorda, renuncia porque el gobierno, con sus penurias, no le puede proporcionar los pertrechos suficientes. Juárez acepta su renuncia. Regresa a Zacatecas en rebelión y tiene que ser convencido por Zaragoza y Doblado para que deponga su actitud.

Al producirse la intervención francesa, ofrece a Juárez asilo en Zacatecas. En junio de 1862 incorpora sus fuerzas a las de Ignacio Zaragoza, quien era el comandante en jefe del Ejército de Oriente. En esos días, envía una carta al embajador francés en México, Alphonse Dubois de Saligny, en la que propone un armisticio que el francés rechaza y que motiva una llamada de atención por parte de Juárez. En el cerro del Borrego, frente a Orizaba, es sorprendido y derrotado en un ataque nocturno francés, “por el descuido y la flojera al frente del enemigo”, con una pérdida de cómo mil hombres, informó Zaragoza.

A la muerte de Zaragoza, asume el mando del Ejército de Oriente. Defiende Puebla y después de 62 días de sitio se rinde a Forey: “No siéndome ya posible seguir defendiendo esta plaza por falta de municiones y víveres, he disuelto el ejército que estaba a mis órdenes y roto su armamento, incluso toda la artillería. Queda, pues, la plaza a las órdenes de V. E. y puede mandarla ocupar, tomando, si así lo estima por conveniente, las medidas que dicta la prudencia para evitar los males que traería consigo una ocupación violenta, cuando ya no hay motivo para ello. El cuadro de generales, jefes y oficiales de que se compone este ejército, se halla en el palacio de gobierno, y los individuos que lo forman se entregan como prisioneros de guerra. No puedo, señor general, defendiéndome por más tiempo: si pudiera, no dude V. E. que lo haría”.

Ya prisionero, González Ortega, al igual que sus mandos, se niega a firmar compromiso alguno de no volver a tomar las armas en contra de los franceses Cuando lo llevan preso rumbo a Francia, escapa al pasar por Orizaba. Acompañado de Ignacio de la Llave, llega a Toluca y de ahí pasa a Guanajuato en donde el gobernador Doblado les da una escolta que los acompañe a San Luís Potosí, pero en el camino, aparentemente la escolta los quiere asaltar y de la Llave le salva la vida a costa de la suya. González Ortega logra reunirse con el Gobierno de Juárez y en julio de 1863 va a Zacatecas y emplaza al gobernador interino, Severo Cosío para que le entregue el mando y lo asume sin formalidad alguna. Además, alarma al clero al decretar pena de muerte a los eclesiásticos que exijan retractación del juramento a la Constitución de 1857 y a los que nieguen los sacramentos a quienes la hayan jurado o hagan propaganda contra ella en los sermones y cartas pastorales.

En enero de 1864 envía una comisión a Juárez para pedirle que renuncie a la presidencia, dado que los franceses habían manifestado que nunca harían trato alguno con él. En febrero se inicia una campaña para hostilizar a los franceses y se acusa a González Ortega de la pérdida de Durango por no auxiliar a esa plaza. En agosto de 1864 como jefe del Ejército de Occidente, es derrotado en La Estanzuela y el 12 de septiembre en Majoma, cerca de Durango y pierde casi todo el ejército liberal. Ya sin mando militar, se reúne con Juárez en Chihuahua y le pide el mando político de la Nación a partir del 1º de diciembre del mismo año. Como no triunfa en sus pretensiones, decide salir del país y se le concede licencia. Viaja a Paso del Norte y en abril de 1865 llega a Nueva York y luego a Washington, en donde se muestra muy activo aunque sin comisión oficial.

El 18 de noviembre de 1865 regresa a México para presentar su protesta contra la prórroga de Juárez en la presidencia hasta que las condiciones militares del país permitieran celebrar elecciones, es apoyado por liberales como Guillermo Prieto; considera los decretos respectivos violatorios de varios artículos de la Constitución y de las facultades extraordinarias concedidas a Juárez.

En respuesta, se somete a González Ortega a un juicio de arraigo con base a un decreto que prohibía a los militares permanecer en el extranjero sin permiso; éste refuta puntualmente los cargos y concluye: “Conciudadanos, creedme, os hablo con el corazón: si a la salvación de mi patria conviene el sacrificio por mi parte, de no pisar ya sus feraces bosques, de no aspirar sus balsámicas auras, de no defender entre vosotros su hermosa bandera, hago con gusto este sacrificio, y con gusto haré también el de buscar una tumba estrangera, si a este precio veo una patria dichosa. Por el contrario, si creéis que por la ley os sirva de centro y de bandera, si creéis que mi vuelta a México os aproveche en vez de perjudicaros después de los pasos desacertados que ha dado el gobierno, entonces os pertenezco por ley y por convicción. Obrad con prudencia, pero obrad también cual lo reclama el honor de México y os salvaréis”.

En abril de 1866 el gobierno levanta los cargos a González Ortega, quien al no obtener apoyo de los generales y gobernadores, regresa a Estados Unidos. Intenta volver por Matamoros y el 3 de noviembre de 1866, junto con el general José María Patoni, es aprehendido por militares norteamericanos y mantenido preso hasta el 6 de diciembre. Veinte días después, el 26 de diciembre, ya en territorio mexicano, González Ortega expide un manifiesto contra Juárez.

El 8 de enero de 1867 llega a Zacatecas con el general Patoni; se presenta ante el gobernador Miguel Auza y le pide que lo reconozca como presidente sustituto de la República. Ambos son aprehendidos en marzo y trasladados a Monterrey. El 16 de agosto siguiente, el gobierno resuelve que el Congreso lo sujete a juicio por salir del país sin autorización ocupando el puesto de presidente de la Suprema Corte, y por abandonar el mando de las tropas a su cargo.

En abril de 1868, Miguel Negrete se subleva y lo toma como bandera de su rebelión.

Estando en prisión es electo diputado, por lo que se le libera el 18 de julio de 1868, cuando el gobierno considera que el problema político planteado por González Ortega ya no tiene importancia. Entonces, González Ortega publica un manifiesto de sumisión al gobierno fechado el 19 de agosto y va a vivir a Saltillo en donde permanece retirado de toda actividad política. Cita Boris Rosen (Benito Juárez y Jesús González Ortega: una polémica histórica) sus palabras: “He quedado, pues, solo, absolutamente solo y sin más círculo que el que forma una conciencia tranquila… (y preguntándose en la amargura, decía) ¿Es conveniente, es justo, es patriótico retener títulos en nombre del pueblo, cuando ese mismo pueblo no ha querido salvarlos ni aun reconocerlos?”

El 6 de enero de 1881, el presidente Manuel González lo rehabilita y a los pocos días, el 28 de febrero siguiente, muere González Ortega en Saltillo, Coahuila. Sus restos son trasladados a la ciudad de México y ahora yacen en la Rotonda de los Hombres Ilustres.


Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.

Efeméride. Nacimiento 20 de enero de 1822. Muerte 28 de febrero de 1881.